lunes, 2 de marzo de 2015

Media maratón de Álora 2015

Con la resaca y el cansancio todavía haciendo mella en mis piernas, me dispongo a hablaros de lo que dio de sí esta pedazo de carrera. Como siempre, todo salió a pedir de boca. La organización, la climatología, el ambiente sano que caracteriza a este deporte, el plato de cerámica conmemorativo y como no, el bocata de lomo recién hecho. Una suma de variables que hacen de esta Media una cita obligada en el calendario del fondista malagueño.
El día amanecía soleado y las ganas de completar la distancia, intactas. Como un clavo mi amigo Arturo me esperaba a la salida del bloque, dispuesto a poner rumbo a lo que sería nuestra primera carrera juntos. Buena compañía y mejor conversación en el coche fueron la antesala de lo que ya, desde primera hora, se veía venir: un día espléndido de atletismo.

En mi caso, eran los primeros 21.096 metros de la temporada. Este extremo me llevó a optar por un planteamiento conservador, aún así, el resultado fue inmejorable. 1 hora y 36 minutos en ese rompepiernas es un éxito rotundo. Al igual que lo es la hora y 47 minutos de mi acompañante y amigo Arturo. De aquí en adelante sólo podemos crecer y mejorar.
Una vez retiramos el dorsal (que para nuestra grata sorpresa, venía con chip incorporado), me reencontré con mi grupo de populares y veteranos del Nerja. No se pierden una esta gente. Allí estaban tod@s dispuestos a disfrutar de una jornada deportiva con mayúsculas. Bueno, en realidad faltaban algunos fijos: Fernando, a quien le deseo una pronta recuperación; Alfredo, nuestro corredor emblema, que por motivos laborales se tuvo que ausentar; entre otros. Guillermo, por su parte, sí estaba entre los asistentes, dispuesto a animar a sus compañeros. Sé que te dolió no competir ayer, pero has de pensar que la salud viene en primer lugar y que en unas semanas volverás a tu nivel. Y por supuesto merece una mención especial nuestra destacada fotógrafa, María Jesús, aunque he de decir que te eché de menos en el asfalto. En Málaga te quiero vestida de corto, ¿entendido?


Así las cosas, a las 10:00 horas dieron el pistoletazo de salida. A escasos 200 metros del arco hinchable, había un corredor tendido en el suelo tras impactar con un pivote de cemento. Espero que se quedara en un susto. La única crítica que se le puede achacar a la excelente organización, y que espero que tengan en consideración para la próxima, es la falta de un vallado en la zona de los pivotes. Es un peligro tan cerca de la salida, cuando todo el grupo sale compacto y no se aprecian los obstáculos. De ahí hasta el final todo fue rodado, nunca mejor dicho. 25 grados de temperatura y una montaña rusa de subidas y bajadas hicieron del evento un hueso duro de roer. Sin embargo, eso se compensó con el maravilloso paisaje y los calurosos gritos de ánimo de todo aquel que decidió, en un domingo que invitaba a a ello, salir a la calle a empujar a los 700 valientes que allí nos dimos cita.


Otra Media Maratón a la mochila, y lo que es mejor, un entrenamiento inmejorable para la próxima cita: Málaga. Espero veros a tod@s en la línea de salida el 22 de marzo. Y para aquellos que no fuísteis a Álora, desde aquí os invito a probar el bocata de lomo recién hecho que te tienden nada más cruzar la meta, un auténtico gustazo.
Enhorabuena a José Mari, María Jesús, Esther y Pepe por sus merecidísimos podios. Y un caluroso abrazo para mis amigos Laura y Diego, con los que volví a coincidir después de mucho tiempo. No dejemos que vuelva a pasar, campeones.
Con esto y un bizcocho, me despido hasta la próxima, no sin antes desearos una feliz semana.



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