lunes, 7 de diciembre de 2015

Maratón de Málaga 2015

Hoy, 7 de diciembre de 2015 (para mí, "el día después"), toca hacer balance de lo que ha sido mi reto deportivo esta temporada.
Corría el mes de agosto cuando, previa aprobación de mi señora esposa, decidí embarcarme en esta aventura sin precedentes en mi corta carrera atlética. Con mi residencia fijada en Benajarafe, continuar mis entrenamientos de una forma habitual con mis compañeros del club Nerja en Carranque se convirtió en una empresa harto complicada. Fue así como contacté con el Club Vélez para alistarme en su GRUPO de preparación al Maratón. Luego explicaré el porqué de las mayúsculas...
A mí favor jugaban la cercanía y sobre todo, el hecho de que la inmensa mayoría de sus atletas populares fueran primerizos en este desafío. Siempre es positivo compartir una experiencia de esta entidad con gente que tampoco sabe a qué se enfrenta... Por eso de la inocencia y la alta motivación, o al menos eso se me hizo creer, xd.
Paso a paso, entreno a entreno, domingo a domingo, ladrillo a ladrillo... Fuimos construyendo, desde los cimientos, lo que a la postre sería un logro compartido. Hubo lesionados, otros (entre los que me incluyo) que luchábamos día a día por sacar un rato para entrenar, miedos e incertidumbre... Nada de eso consiguió empañar, ni durante un mísero instante, la alegría y el buen hacer del GRUPO. Cada mañana, sobre las 6 am, ya se daban los buenos días en el wassap y se proponían las diversas quedadas para afrontar lo que preveía el planning diario. Así da gusto eso de correr algo más de 42 kilómetros, o no? No había excusa posible para no cumplir con el entreno.
Por esto, junto con la compañía y la amistad forjada, doy las gracias a este GRUPO de personas que, en su tiempo libre, corren maratones. Gracias de corazón por entrar en mi vida. Espero que lo de las mayúscula haya quedado implícito en todo lo narrado...
Ahora toca hablar un poco de mi experiencia personal. En un primer momento, el objetivo para esta primera Maratón era claro: bajar de las 3:30. Con el paso del tiempo, fui acumulando kilómetros y experiencia. Las sensaciones eran óptimas y los ritmos bastante mejores de lo esperado, circunstancias que me llevaron a plantearme el rondar las 3:20. Pero el devenir diario juega también su papel, y 2 días antes de la gran cita, mi pequeño Óliver me pegó un resfriado de categoría. Se encendieron todas las alarmas y recé todo cuanto sabía para recuperarme en un tiempo récord, sin embargo, el virus venía con flojera muscular de la mano (me cachis!).
La mañana de la prueba os podréis imaginar cómo me levanté. Me asaltaban las dudas sobre mi rendimiento y las tos aún no había remitido. Toda esta preocupación se esfumó de un plumazo cuando me vi en el cajón de salida, rodeado por amigos y desconocidos que compartían los mismos sueños. Pensé: "Voy a darlo todo, seguro que me encontraré fenomenal".
Pistoletazo de salida y a correr. No dejarme llevar por la euforia inicial, ritmo controlado. Y así fue, pasé por la Media Maratón según lo planeado (1:39), acompañado de un nutrido grupo de atletas madrileños. Las sensaciones eran inmejorables, ritmo que me permitía hablar sin dificultad, aunque la flojera ya parecía llamar a la puerta.
Kilómetro 24, me encuentro a mi querida Lisa. Corro para chocarle la mano y sus gritos de ánimo me dan alas. Cómo se agradece que los tuyos se echen a la calle para empujarte. Vamos a por los 18 restantes.


Sobre el 28 entramos en el estadio de atletismo, siempre acompañado de mis chicos de "La Gavia" (todos de llamativo naranja), a punto de encarar la vuelta a la ciudad. Entre nosotros venía un señor mayor que llevaba 142 maratones a sus espaldas y no paraba de repetirnos: "La media maratón es el kilómetro 32"; la experiencia es un grado. 
Por aquel entonces la falta de fuerzas se empezaba a generalizar. Cuando el cuerpo lucha sin cuartel contra un virus, queda debilitado y no permite a uno hacer sobreesfuerzos. Menos aún una Maratón. En el 32 comienzan los calambres en el isquio por lo que he de aplicarme réflex en varias ocasiones. Hugo me adelanta y me da un antiinflatorio que sabe a gloria. Bajo mi ritmo a 5:00 - 5:20, aprieto los dientes y pienso en que a la altura del teatro romano me esperan mi mujer y niño. Esto me lleva a cubrir los kilómetros sin dificultad, no hay rastro del famoso "muro", las mieles del triunfo ya se empiezan a saborear. Me pasan Felipe y Sera, no puedo seguirlos y continúo a lo mío. Mi batalla es otra, se llama resfriado. No me cabe duda que puedo derrotarlo.
Kilómetro 40. Como era de esperar, mi preciosa Esther, con el pequeño Óliver en sus brazos, aguardan mi llegada para darme el último empujón. Con ellos María José, la mujer de Lorenzo, que también se desgañita para lanzarme en pos de mi sueño. Miro el Garmin y vuelvo a ir a 5 "pelao". De aquí hasta el final. Ay que ver lo que influye una inyección de motivación mental en el rendimiento...
Calle Larios, repleta de malagueños y malagueñas que vitorean a los gladiadores. La meta está ya ahí. Veo el arco de entrada, los gritos de ánimo me empujan. Puedo parar el crono en 3:26 por lo que hago un último esfuerzo para cruzar esa ansiada línea... Lo he conseguido, soy maratoniano.
Mientras escribo estas líneas se me están empañando los ojos. Es una sensación indescriptible, un logro al alcance de muy pocos. Gracias a tod@s los que me habéis apoyado, sobre todo a mi familia. Os he quitado tiempo para completar esta gesta. Gracias por la comprensión.
Durante 15 minutos estoy muy mareado. Las fuerzas flaquean, la visión algo borrosa. Ya no importa, la batalla la he ganado. He sabido sufrir en condiciones muy adversas y puedo saborear la victoria. De repente me veo pensando en la próxima ("Por Dios, he de estar perdiendo el juicio"). Y así, el asfalto genera dependencia y esto de hacer 42195 metros es adictivo. Soy maratoniano.
Por último, disfruto del post-carrera en un entorno inmejorable, acompañado de aquellos que me han allanado el terreno durante los meses previos. Somos maratonianos y merecemos celebrarlo. Hemos tocado el cielo. Gracias de nuevo y hasta la próxima.


domingo, 28 de junio de 2015

Una pequeña crítica constructiva

28 de junio, 13:35, en Andalucía estamos siendo testigos de una ola de calor sin precedentes en este 2015. En mi caso, que vivo a escasos 5 minutos de la costa, no tengo nada más que bajar la cuesta que separa mi casa de la arena para comprobarlo. En la playa no cabe ni un alfiler...
Vaya, que están todos allí menos mi mujer, mi hijo de 34 días y yo. Hay veces que las responsabilidades familiares te obligan a enfrentarte a las altas temperaturas de otra manera (Cerveza en mano y ligero de ropa en la privacidad del hogar, xd). Una vez puestos en situación, toca entrar de lleno en materia. Y es que hoy me gustaría hacer una pequeña crítica a la Administración Pública, en concreto al Ministerio del Interior.
La L.O. 1/2015, de 30 de marzo, por la que se modifica el Código Penal, será el eje sobre el que gire este breve post. El legislador, a sabiendas de los notables cambios introducidos, dispuso un período de vacatio legis que se extenderá hasta el próximo día 1 de julio. Dicho así pareciera que la fecha aún queda muy lejana, sin embargo, el miércoles de la calurosa semana que empieza está, nunca mejor dicho, a la vuelta de la esquina.
Para aquellos que se declaren profanos en la materia, os diré que el Código Penal es la herramienta básica de trabajo del Policía. Como garantes de la seguridad y el orden público está en nuestra mano aplicar esta "ultima ratio" (última herramienta, ya que es la rama del Ordenamiento jurídico más lesiva) al ciudadano infractor. Por este motivo, se espera de la Dirección General una formación acorde a la importancia de la materia. Ni que decir tiene que la formación lo es todo en las empresas. Sin un buen sistema de reciclaje educativo los trabajos no saldrían adelante y se cometerían numerosos errores. El problema de todo esto radica en que una equivocación por nuestra parte puede derivar en la privación de libertad ilegítima de un ciudadano.
A día de hoy, puedo gritar a los cuatro vientos que a partir del miércoles, la inmensa mayoría de los funcionarios que componen el Cuerpo Nacional de Policía saldrán a la calle a patrullar sin una formación específica en la Reforma. Y esto es así porque desde Madrid no se ha elaborado un plan de formación y actualización en algo tan importante. Sólo nos queda rezar para que las repercusiones en nuestros "clientes" (el ciudadano de a pie) no sean excesivamente severas. 
Confío en que esto último no ocurrirá por varias razones que a continuación expongo: la primera porque algunos sindicatos han hecho una labor excelente dando cobertura a esta carencia de la Administración Central; la segunda, y merecedora de un mayor reconocimiento, recae directamente sobre el funcionario. Recordemos que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad desempeñan un Servicio Público y por ende una labor que, en la mayoría de los casos, es vocacional. Por este motivo cada uno de nosotros nos hemos preocupado de "buscarnos las habichuelas" para actualizarnos a marchas forzadas. Punto a favor de los grandes Policías que componen este humano colectivo.
En definitiva y resumiendo (noto como las gotas de sudor descienden por mi frente), extiendo esta crítica a aquellos con capacidad de tomar decisiones en el campo de la formación. La escasez temporal no es excusa en este caso; el escaso presupuesto tampoco (recordemos que la economía española ya está en crecimiento o, al menos, eso nos quieren hacer creer), por lo que desde mi humilde posición reclamo lo que es nuestro por derecho: una red formativa en condiciones. Ah! Se me olvidaba que en el tema "derechos" no estamos todavía al día... ¿chalecos individuales? Harina de otro costal. Dejamos la L.O. 4/2015, de Protección de Seguridad Ciudadana, para otro momento. Estoy pensando que con ambas tendríamos suficiente contenido para publicar un libro.
Por último, mantengo mi palabra de ser constructivo y daré unas pinceladas de mi propuesta. Descentralizar la formación por Provincias para los cursos de mayor calado. Ir a Madrid en tandas de 50 no es operativo, de hecho, lo tildaría de ineficaz. Destacando formadores provinciales podríamos dar mayor cobertura a esta faceta tan importante que es la formación.
Con esto y un bizcocho me despido por el momento. Espero haceros reflexionar y sobre todo, llamar la atención de alguien con poder decisorio, para entre todos cambiar un poco este imperfecto mundo. Un fuerte abrazo y cuidado ahí fuera.

martes, 16 de junio de 2015

Una historia con final feliz, mi propia historia (Aportación al libro de mi amigo y compañero Manuel Damián Cantero Berlanga)


Permitidme en primer lugar una breve presentación. Mi nombre es Álvaro, soy Inspector del Cuerpo Nacional de Policía desde 2010 y un amante empedernido de lo que hago. Caprichos del destino hicieron que allá por septiembre del mencionado año, conociera al que a la postre se convertiría en un gran amigo. Autor de varios manuales de gran utilidad policial, constante como él sólo, no podía fallar a su petición de hacer esta pequeña aportación a lo que vaticino será otro gran éxito editorial. Es para mí un gran honor.

Una vez roto el hielo, entraré de lleno en lo que he venido a relataros. Una historia llena de subidas y bajadas, del inglés “ups and downs”, pero que como no podía ser de otra manera, tuvo un final feliz. Para mí, abriendo mi corazón a vosotros desde este preciso instante, fue un cuento de hadas.

Corría principios de junio del año 2009 cuando un servidor finalizó sus estudios. El año anterior me había licenciado como Ingeniero Químico por la Universidad de Granada, sin embargo, no las tenía todas conmigo. Fue una carrera que no me llenó, de la que tuve oportunidad de cursar prácticas que tampoco consiguieron cubrir mis expectativas. En medio de ese pequeño bache emocional, decidí matricularme en un máster semipresencial: Prevención de Riesgos Laborales y Sistemas Integrados de Calidad y Medio Ambiente. Las normas ISO venían pisando fuerte en la industria y la búsqueda de la excelencia empresarial estaba a la orden del día. Para sorpresa mía y de mis padres (mis principales avalistas), tampoco consiguió motivarme lo suficiente. Podríamos decir que me encontraba inmerso en una crisis existencial cuando surgió la que sería la oportunidad que venía buscando. Llegó a mis oídos que existía la posibilidad de acceder al Cuerpo Nacional de Policía por la categoría de Inspector.

Tras una semana de fase decisoria, tomé la mejor decisión de mis todavía cortos días. Una oposición a un trabajo que, desde que era un adolescente, me llamaba mucho la atención y lo más importante, mis estudios superiores serían de utilidad. Una prueba de este calado requería una estrategia a la altura: primero decidí, después de cinco años de independencia espacial (no puedo decir lo mismo de la económica), volver a casa de mis padres. La bonita ciudad que me vio nacer, Córdoba, me acogió con los brazos abiertos. Segundo, como todo buen opositor que se precie, tracé un plan de estudios muy exigente. Un horario estricto (de lunes a sábado), con un mínimo de 8 horas útiles de trabajo intelectual al día y un par de horas de ejercicio físico. No olvidemos que no solo debemos preparar la mente para ser declarados aptos, el cuerpo también juega un papel fundamental.

El primer mes y medio todo fue como la seda. Y claro, no podía ser de otra forma. Iniciaba una nueva etapa en mi vida que me motivaba a rabiar, por lo que el esfuerzo que puse en liza fue, a todas luces, excesivo. He usado este calificativo porque estaría a las puertas de afrontar mi primera crisis como opositor.

Me desinflé como un globo. Primer error de principiante, la preparación es gradual y la oposición es una carrera de fondo. Yo fui el típico que esprinta el primer kilómetro de una carrera de 5 y los cuatro restantes se arrastra hasta la meta, deseando retirarse a cada instante. En estos momentos es cuando surgen las dudas: ¿Seguro que quiero ser Inspector?, ¿75 plazas en toda España para más de 2000 licenciados/diplomados?, ¿Habrá tantos “enchufados” como dicen en los foros?; aquí aprovecho para espetaros lo siguiente: los foros son un gran error. El balance es negativo, es decir, te generan más dudas que luces te aportan.

Bien, la crisis que os he introducido se prolongó durante una interminable semana. ¿Qué cómo salí de ella? En sólo dos palabras: mis padres. Ellos son los artífices de mi éxito, me recordaban a cada instante mis capacidades y que la esperanza es lo último que se pierde. “No puedes rendirte a las primeras de cambio, lucha como tú sabes”. Y así lo hice, volví a agarrar el toro por los cuernos, eso sí, plan de estudios mediante y a un ritmo bastante más pausado.

Entre tanto, superé el verano con nota. No fueron 8 horas diarias pero estuve cerca y lo mejor de todo, fueron muy productivas. Ese aprovechamiento sobresaliente lo achaco a la costa. Pasé los dos meses de verano en Torre del Mar y debo admitir que la brisa marítima me abrió la mente enormemente. Pronto estábamos en septiembre y ya sabía por dónde iban los tiros. La vida del delito, el dolo, error de tipo y prohibición, hurto y robo con fuerza en las cosas, etc; pasaron a formar parte de mi vocabulario de andar por casa. El Derecho Penal había irrumpido en mi vida y, para mi grata sorpresa, me apasionaba. Recuerdo mi primer supuesto como si fuera ayer. Esa calificación dejó su imprenta en mi diario, a partir de ese momento sólo quería calificar. Aquí hacemos una parada: cuando te conviertes en un “freak” del Derecho Penal significa que tu objetivo se acerca. Haces algo que te apasiona y eso a la postre se reflejará en los resultados.

Octubre... ¿Cómo podría olvidar ese mes? Hasta Octubre de 2009 mi andadura fue en solitario, salvo por la perenne presencia de mis cariñosos progenitores. Fue en esa fecha cuando conocí a la que hoy es mi esposa y que me ha dado la criatura más bonita de la faz de la tierra, nuestro hijo Óliver. Su comprensión, su apoyo y su intensidad jugaron un papel clave. Lo digo porque es muy difícil mantener una relación sentimental durante el período de oposiciones. De ella o de él requerimos, sobre todo, entendimiento. Resulta complicado digerir que lo primero son los libros. Una vez conseguimos esto, tendremos a nuestro lado al mejor de los aliados (esto lo cuento en primera persona).

El tiempo vuela, por lo menos para mí. Pronto era Navidad. Otra época del año en la que ser opositor no es atractiva. Celebraciones familiares, salidas con amigos y excesos alimenticios por doquier. Es en estas fechas señaladas donde se marca la diferencia. Os recomiendo empapelar vuestro dormitorio y agenda con frases motivadoras, que a diario te recuerden que sin esfuerzo no se alcanzan las metas. En mi caso también me ayudó mucho la música. Aparte de ayudarme a abstraerme, ciertas canciones me inyectaban un plus de motivación y me hacían querer devorar los apuntes.

Pronto llegó el mes de enero y con él la convocatoria. Sin comerlo ni beberlo me encontré haciendo la maleta para viajar a Vicálvaro, donde mis sueños empezarían a tomar forma. En este primer envite, me acompañaron mi padre y mi madre. Esa fría mañana de miércoles fue solventada sin mayor sobresalto. Siempre he sido un gran deportista. La única contrapartida fue la baja para los siguientes exámenes de mi madre. La pobre nos dijo en el trayecto de vuelta que era demasiada tensión para ella, que la próxima se quedaba en Córdoba para no sufrir.

Y así fue. A partir de ese instante ella se ocupó de la logística (búsqueda de alojamientos) y mi padre y yo pusimos el resto. Prueba tras prueba, eso que al principio era sólo un sueño difuso fue cogiendo forma. La meta estaba cada vez más cerca.

Después de un largo período de exámenes (el primero fue en enero y el último en mayo), inscribí mi nombre entre los 75 elegidos. No se había cumplido ni un año desde aquella crisis de identidad y ya saboreaba las mieles de la victoria. Si yo conseguí hacerlo en un año, con todas mis limitaciones, cualquiera de vosotros tiene esta empresa al alcance. Sólo hay que estirar la mano para cogerla. El tiempo de formación de Ávila lo dejo para otro momento, aunque os anticipo que fue una experiencia inolvidable.

Esta es parte de mi historia, una que tuvo un final feliz. Las dudas serán constantes y veremos barreras allá donde miremos, sin embargo, la mente humana está preparada para derribarlas. ¿Cómo? Creyendo en uno mismo y poniendo todo de nuestra parte. El esfuerzo es la clave del éxito. Soy consciente de que en mi caso todo fue un camino de rosas. Padres que me respaldaban, novia comprensiva, en definitiva, opositor dedicado en cuerpo y alma al estudio. Cualquiera puede conseguirlo con un plan adaptado a sus circunstancias, si no en un año pues en dos o en tres. No podemos exigirnos más de lo que podemos dar, como ya he comentado. Hasta aquí mi aportación a vuestros sueños. Para terminar quiero pediros que no dejéis de perseguirlos, la vida es para los soñadores que se toman las cosas en serio y se dejan la piel en lo que hacen. Como diría mi amigo Manuel Damián, paz y amor.

Álvaro BOTIAS BENEDIT              
Inspector del Cuerpo Nacional de Policía

Málaga, 2016

domingo, 8 de marzo de 2015

8 reasons why a Spaniard would marry a Briton

Hey bloggers! I think it's about time to write my first post in English. And to start off, I could not find a better topic, could I? Another thing I was willing to test is the-make-a-list way of writing. Let's see how the mixture turns out.
In September of 2014, my life changed completely. My radiant British wife walked down the aisle, in what now I'd say it was the best day of our still short existences so far. But what draws our attention today is how it all got there, the path not the outcome, the motives which made an Andalusian guy fall in love with a tea-compulsive-drinker girl. There we go:
Reason 1. - Is there a better way to master a foreign language? Not only that, here we're talking about the international tongue. What an appealing goal. In my case, she teaches English as her career so bingo!
Reason 2. - Speaking of acquiring new skills: punctuality. As you already may know, Andalusian people are quite laid back by nature. For example, when you agree to meet up at 8 o'clock with some friends, it's okeyish if you turn up at 8:15, not too bad if it's 8:30 and a bit over the top if you come by 45 minutes late (assuming that you have not given any notice, because it'd be quite normal if you did). Since I met her, I reckon I've become 200% better in getting to places on time... Great achievement!
Reason 3. - Moving on to a different point, a British girl will show you how disorganised Spain is when it comes to paperwork. Before I met her, I thought everything was just fine, then I realised I was so wrong ( when you compare it with Great Britain, obviously). Making a formal complaint could be an appropriate solution as people seem to care a lot about it, I've come to know.
Reason 4. - English sense of humour. That could go either way, as some people find sarcasm absolutely hilarious and some others hate it. It's exactly the same effect Marmite has on Britons. Thank God I quite appreciate the change.
Reaaon 5. - Talking about controversial reasons, it's time to introduce food. Spanish people always defend the Mediterranean diet as the best in the world. According to my wife we fry too much and have less choice than the British... I can't do anything but agree with her. To eat in a good quality Indian restaurant you must go to Great Britain. She's taught me how to love international food, which is a great thing.
Reason 6. - What about routine? She claims I'm a man of customs. Things you should handle with special care when you marry a Spaniard: respect their siesta timetable, have a "merienda" at an exact hour and go to church on Sundays (In fact the last one does not apply to the current century, although it does to me. Sorry...), among others. Actually, this ought to be a reason not to marry a Briton. Oops.
Reason 7. - Allow me to say tenderness. My aim was not to be cheesy with the post but a tiny bit won't hurt anyone, will it? Therefore, I admit British girls are more affectionate than Spanish ones. And there's no arguing with such statement, is that clear? Haha. Love might have made me blind.
Reason 8. - The mixture of cultures. This is the one I like best, and as the colloquial expression reads, let´s save the best for last. Getting to soak up a whole new culture, full of habits and customs, is probably one of the richest experiences you can go through in life. I'm dying to have our baby with us and travel to England once more.

Time to claim victory. Mission accomplished. First post in my second language finished. Those who are still single, and willing to find someone to share their lives with can use this post as future reference. Britons are a special kind so keep your eyes open for them. I wish you guys all the best and I promise to come back with fresh ideas and a new-and-entertaining piece of writing. See you soon.


lunes, 2 de marzo de 2015

Media maratón de Álora 2015

Con la resaca y el cansancio todavía haciendo mella en mis piernas, me dispongo a hablaros de lo que dio de sí esta pedazo de carrera. Como siempre, todo salió a pedir de boca. La organización, la climatología, el ambiente sano que caracteriza a este deporte, el plato de cerámica conmemorativo y como no, el bocata de lomo recién hecho. Una suma de variables que hacen de esta Media una cita obligada en el calendario del fondista malagueño.
El día amanecía soleado y las ganas de completar la distancia, intactas. Como un clavo mi amigo Arturo me esperaba a la salida del bloque, dispuesto a poner rumbo a lo que sería nuestra primera carrera juntos. Buena compañía y mejor conversación en el coche fueron la antesala de lo que ya, desde primera hora, se veía venir: un día espléndido de atletismo.

En mi caso, eran los primeros 21.096 metros de la temporada. Este extremo me llevó a optar por un planteamiento conservador, aún así, el resultado fue inmejorable. 1 hora y 36 minutos en ese rompepiernas es un éxito rotundo. Al igual que lo es la hora y 47 minutos de mi acompañante y amigo Arturo. De aquí en adelante sólo podemos crecer y mejorar.
Una vez retiramos el dorsal (que para nuestra grata sorpresa, venía con chip incorporado), me reencontré con mi grupo de populares y veteranos del Nerja. No se pierden una esta gente. Allí estaban tod@s dispuestos a disfrutar de una jornada deportiva con mayúsculas. Bueno, en realidad faltaban algunos fijos: Fernando, a quien le deseo una pronta recuperación; Alfredo, nuestro corredor emblema, que por motivos laborales se tuvo que ausentar; entre otros. Guillermo, por su parte, sí estaba entre los asistentes, dispuesto a animar a sus compañeros. Sé que te dolió no competir ayer, pero has de pensar que la salud viene en primer lugar y que en unas semanas volverás a tu nivel. Y por supuesto merece una mención especial nuestra destacada fotógrafa, María Jesús, aunque he de decir que te eché de menos en el asfalto. En Málaga te quiero vestida de corto, ¿entendido?


Así las cosas, a las 10:00 horas dieron el pistoletazo de salida. A escasos 200 metros del arco hinchable, había un corredor tendido en el suelo tras impactar con un pivote de cemento. Espero que se quedara en un susto. La única crítica que se le puede achacar a la excelente organización, y que espero que tengan en consideración para la próxima, es la falta de un vallado en la zona de los pivotes. Es un peligro tan cerca de la salida, cuando todo el grupo sale compacto y no se aprecian los obstáculos. De ahí hasta el final todo fue rodado, nunca mejor dicho. 25 grados de temperatura y una montaña rusa de subidas y bajadas hicieron del evento un hueso duro de roer. Sin embargo, eso se compensó con el maravilloso paisaje y los calurosos gritos de ánimo de todo aquel que decidió, en un domingo que invitaba a a ello, salir a la calle a empujar a los 700 valientes que allí nos dimos cita.


Otra Media Maratón a la mochila, y lo que es mejor, un entrenamiento inmejorable para la próxima cita: Málaga. Espero veros a tod@s en la línea de salida el 22 de marzo. Y para aquellos que no fuísteis a Álora, desde aquí os invito a probar el bocata de lomo recién hecho que te tienden nada más cruzar la meta, un auténtico gustazo.
Enhorabuena a José Mari, María Jesús, Esther y Pepe por sus merecidísimos podios. Y un caluroso abrazo para mis amigos Laura y Diego, con los que volví a coincidir después de mucho tiempo. No dejemos que vuelva a pasar, campeones.
Con esto y un bizcocho, me despido hasta la próxima, no sin antes desearos una feliz semana.



viernes, 27 de febrero de 2015

La Inteligencia Emocional, tu mejor aliado

Lo prometido es deuda. Tal y como auguré en mi retorno, la continuidad está asegurada. Se le coge rápido el gusto a esto de teclear...

¿Qué será eso de la Inteligencia emocional? Una Temática que, según dice mi mujer y razón no le falta, podemos encontrar en la sección de "autoayuda" en la Casa del Libro, pasa desapercibida al 90% de la población. Primero tendremos que introducir el concepto de "autoayuda", que para un profano puede indicar cierto grado de locura y necesidad irrevocable de cuidados intensivos... Nada más lejos de la realidad. El término proviene del inglés "selfhelp", data del siglo XX (por lo que podríamos decir que aún se encuentra en fase embrionaria) y aglutina materias que se mueven entre la búsqueda del éxito, en un extremo, y la obtención de soluciones a cualquier tipo de problemas, en el otro. Aquí solo hablaré de los más próximos a lo que podríamos llamar el extremo positivo.

Corría el año 2011 cuando mi atención se vio atraída por la inteligencia emocional. Fue en la fría Ávila, durante una clase de gestión de recursos humanos, de boca de una profesora a la que idolatro, cuando llegó a mis oídos ese concepto que, hasta la fecha, no formaba parte de mis limitados conocimientos. He de admitir que en un primer momento me mostré algo reticente a introducirme de lleno en él (el temor a lo desconocido, supongo), pero no tardó mucho en calar. Pronto me vi en la librería buscando el título principal de la bibliografía complementaria: Inteligencia emocional, de Daniel Goleman.

Hechas las presentaciones, entraré de lleno a hablaros sobre lo que me ha aportado en mi vida personal y profesional, que es lo que en realidad importa. Algunos todavía os estaréis preguntando qué leches significa la inteligencia emocional esa... Perdonad mi despiste, me acabo de percartar de que no os he introducido a mi aliado principal en el día a día. El término agrupa una serie de habiilidades psicológicas, que nos van a permitir expresar nuestras emociones e interpretar las de los demás, relacionarnos en la vida social con éxito y conocer nuestros sentimientos, en definitiva. Menuda chapa nos acaba de soltar aquí este tío... Dejad que me explique. Por ejemplo, la empatía (con la que todos estáis familiarizados) es una habilidad de la inteligencia emocional. La autoconciencia o conciencia de uno mismo y las relaciones sociales, también.

Bueno, por vuestras caras parece que he tenido éxito en la introducción de los conceptos. Ahora sí podemos hablar de su aplicación y utilidad reales. Pues bien, se trata de una herramienta esencial para relacionarnos con los demás y sumergirnos de lleno en la vida en sociedad. La capacidad de saber ponernos en el lugar del otro, escucharlo atentamente cuando es lo que necesita o, distiguir el momento en el que lo que pide es un consejo sincero, son "armas" que nos conducirán al éxito social. No sólo eso, sino que en el ámbito laboral, estas aptitudes sociales o emocionales podrían darnos el empujón que se necesita para lograr ese ansiado ascenso.

Conceptos como el liderazgo, el trabajo en equipo, la organización eficaz del tiempo, por citar algunos, son primos hermanos de la inteligencia emocional. Porque no es lo mismo un líder que un jefe. ¿A no? Distintos collares para un mismo perro... Resulta que son muchas las diferencias. Un líder inspira y motiva; sus trabajadores o subordinados (digo esto porque mi empresa está jerarquizada) lo siguen por el hecho de que es un ejemplo y confían plenamente en él. Por su parte, un jefe es aquel que está investido de autoridad para mandar y dirigir; al que se le sigue por "decreto"; incluso puede recibir el apelativo de tirano en algunos casos extremos. En mi caso, como gestor de personas, intento tener todo esto muy presente.

Pongamos un ejemplo: comienzo a desempeñar mis funciones en un nuevo puesto de trabajo en el que estoy a cargo de 3 compañeros. El primer día me ocuparé de acometer una presentación completa. Inquietudes, puestos de trabajo anteriores, familia, aficiones... En definitiva, intentaré conocer a estos nuevos trabajadores. Cada persona es de su padre y de su madre, motivo por el cual el trato podrá ser muy dispar. Una vez roto el hielo, les transmitiré mis principios y lo que espero de ellos. La sinceridad ha de ser siempre nuestro mayor activo. A partir de ahí, iniciaremos nuestra andadura como equipo de trabajo. Asignar responsabilidades y dar pie a la iniciativa, así como delegar, son vías muy fuertes de motivación. Al personal le gusta sentirse útil y saber que aportan su granito de arena al proyecto común, han de sentirse parte de un colectivo. Entrar a trabajar con una sonrisa y preguntar por el hijo pequeño de tu compañero, que ha tenido gripe, son detalles que van convirtiendo a un jefe en un líder. Han de saber que pueden compartir sus problemas y preocupaciones contigo. El capitalismo nos hace olvidar que detrás de una producción y unos resultados satisfactorios se encuentran seres humanos, no máquinas. En otro momento entraré de lleno en los elementos motivadores y en cómo el dinero no es, por mucho que nos duela, un motivador a largo plazo.

En otro orden de cosas, y aprovechando que vivimos tiempos difíciles, debéis saber que las entrevistas de trabajo giran, en su práctica totalidad, sobre el estudio de estas habilidades en el candidato. Los test de inteligencia (aquellos que nos permitían determinar el coeficiente intelectual de la persona) han pasado a mejor vida. En algunos trabajos técnicos, que requieren de una alta cualificación, sí se sigue teniendo en cuenta, sin embargo, el trabajo en equipo y la inteligencia grupal, en líneas generales, se ha impuesto holgadamente. Los grupos de trabajo multidisciplinares han tomado el control de las empresas del siglo XXI, por lo que se demanda gente que sepa exprimir sus capacidades en el seno de un equipo y, en definitiva, que sean "duchos" en las relaciones sociales.

Llegado a este punto, solo me queda recomendaros la bibliografía que he utilizado y que me ha llevado a enamorarme de esta rama de la Psicología. Daniel Goleman es el creador del término, por lo que nos ceñiremos en su totalidad a su producción literaria. Inteligencia emocional, La práctica de la Inteligencia emocional, La Inteligencia emocional en el trabajo y Liderazgo, son los libros que un servidor ha tenido la oportunidad de devorar hasta la fecha. Pero ya os anticipo que hay muchos más.

Espero no haberos aburrido en exceso y que la información que os transmito os sea de gran ayuda en vuestras maravillosas vidas. Ah! Que sepáis que me agradaría mucho que compartiérais conmigo vuestros pensamientos, opiniones e incluso críticas (sólo las constructivas, claro), para que así nos podamos seguir enriqueciendo mutuamente. Un fuerte abrazo queridos bloggers


domingo, 22 de febrero de 2015

La paternidad, vivencias de un futuro papá primerizo

Hola bloggers! Cuánto tiempo sin publicar una entrada... Ha trascurrido cerca de un año desde la última vez que me aventuré a compartir un relato. Opino que ya va siendo hora de volver a la acción, y esta vez prometo continuidad. 
 
Antes de entrar de lleno al tema que da título a este "post", me gustaría dar las gracias a mi amiga Pilu. En la noche de ayer, nos contaba que había decidido retomar la literatura a través de la creación de su nuevo blog. Esta noticia, que recibimos con gran alegría (la misma con la que ella la compartía con nosotros ), me hizo recordar que un día no muy lejano, la escritura me brindó grandes momentos y que, sin motivo aparente, de la noche a la mañana, la di de lado. Lo dicho, gracias por devolverme las ganas y motivación suficientes para ponerme delante del ordenador y dar forma a esta líneas.

Ahora sí. La vista no os falla, la palabra paternidad resume el mayor cambio aún por llegar de mi corto periplo terrenal. Dios mediante, sobre el 17 de mayo, mi mujer y yo traeremos una vida al mundo.  Bueno, en realidad será ella la que lo sufra en sus carnes... Un servidor las contracciones las experimenta en el fisioterapeuta, por decir algo (xd). Pero allí estaremos para compartir el dolor, de eso no os quepa duda.
La noticia llegó de forma inesperada. Recién casados y con la luna de miel pospuesta por motivos laborales, un miércoles cualquiera y tras un retraso preocupante en la bajada de la regla, volví a casa con un predictor en mis manos. Así, sin previo aviso. Ella, al verme, era un volcán de sensaciones enfrentadas. A bote pronto diría miedo, inquietud y sorpresa. Cinco minutos después salía del baño con el aparato, señalando una pequeña línea de color azul en la ventanilla al efecto. Diría que me costó unos cuantos segundos digerir la noticia, sin embargo, ambos terminamos saltando de alegría y nos abrazamos. ¿Qué otro sentimiento te puede generar saber que has creado una vida? Felicidad en su máximo exponente. 

La buena nueva dio paso al baile de llamadas. Familia cercana de ambos y algún amigo íntimo fueron los elegidos para participar de nuestro júbilo desbordante. Por supuesto, la mayoría de los interlocutores expresaban inicialmente su sorpresa, para dar paso casi de inmediato al pleno alborozo, como no podía ser de otra manera. Parece que fue ayer y mañana nos metemos de lleno en la semana 28... el tiempo vuela.

A partir de ese momento comenzó la locura. Sí, sí, locura es la palabra que mejor define los acontecimientos que siguieron al notición. Primero, aceleramos la búsqueda de viviendas hasta tal punto que, unos dos meses después, ya estábamos en el despacho de un notario de la Alameda principal, dispuestos a firmar la escritura y la hipoteca. Menos mal que encontramos un buen chollo bancario y que mis padres son los ahorradores más concienzudos que he conocido. Sin su ayuda no hubiera sido posible. Segundo, contratamos un seguro privado que nos diera buenas coberturas, si bien el parto no nos lo cubriría (al parecer hay que contratar los seguros médicos con una antelación de seis meses al embarazo).  Tercero y último, comenzamos a informarnos de lo que en realidad significaba convertirse en papás. A este respecto he de decir que, para nuestra generación, resulta muy sencillo acceder a multitud de información en la web. No me imagino como nuestros padres se documentaron en la edad de piedra...

Se trata de una etapa en la vida de las personas que se vive con una intensidad muy especial. Cada ecografía, cada cita con la matrona, incluso los días en que solo vamos al médico para conocer los resultados de una analítica... Es un camino repleto de amor. Recuerdo la ecografía de las 12 semanas. Cuando nuestro bebé apareció en la pantalla, mientras el ginecólogo describía las diferentes partes de su diminuto cuerpecito, se paró el mundo por unos instantes. Todo mi cuerpo fue recorrido por un cosquilleo que, aquí y ahora, mientras os relato mi vivencia, estoy volviendo a experimentar. Qué felicidad más grande.
También guardo en mi baúl con cariño el momento en que nos enteramos que era un varón. En la pantalla se veía un pequeño saquito blanco que el ginecólogo decía que eran los testículos (me lo creo porque lo dijo el doctor, porque era tan diminuto que se podría haber confundido con el pixelado de la imagen).

En lo que se refiere a nombres, estamos casi decididos. Óliver ha cogido ventaja sobre un selecto grupo. La verdad es que para nosotros, al ser un matrimonio mitad británico, mitad español, resulta algo más complicado. Las pautas para la elección son: en primer lugar, que nos guste y que no sea muy común y en segundo lugar, que suene igual en los dos idiomas. Ya véis que este requisito reduce la lista una barbaridad.

Por otro lado, están los preparativos. Qué cantidad de cosas se necesitan para traer a un ser humano al mundo. Que si carrito con su correspondiente capazo, que si cuna y moisés, que si asiento para el coche, chupetes, y una larga lista de etcéteras. Gracias a Dios que su abuela lo tiene todo claro y ha cogido las riendas en este importante aspecto. Yo estoy casi desentendido, vaya...

No quiero aburriros en exceso, ni tampoco tirarme al barro en mi vuelta a los terrenos de juego, por lo que pasaré a las conclusiones. He elegido este tema para mi regreso por la felicidad que me genera hablar de ello. Admito que en algunos foros puedo resultar hasta cansino, pero es que mi vida ahora mismo gira en torno a él. Al igual que girará desde el momento en que lo tengamos en nuestros brazos y hasta el fin de nuestros días. Desde aquí, animaros a embarcaros en esta aventura de ser padres, no os arrenpentiréis (fijáos que lo dice un futuro papá, es probable que en unos meses me retracte de mis palabras). Un fuerte abrazo y a intentar ser muy muy felices. See you soon