Despedir un año y dar la bienvenida a otro. Excusa perfecta para una nueva reunión familiar con la comilona que eso acarrea... o viajecito de un día a una ciudad europea aprovechando que las aerolíneas en fin de año lanzan algún que otro chollo. Se trata de un día marcado en el calendario por todos para llevar a cabo nuevos propósitos, "new year resolutions" en inglés.
A mi parecer el que se lleva la palma es dejar de fumar. Sin embargo, si pudiéramos elaborar una estadística de cuánta gente realmente lo lleva a cabo creo que los datos serían algo desalentadores. Poca fuerza de voluntad se observa en el personal. Otro propósito con gran aceptación es empezar a hacer deporte. En realidad este último suele ser un "re-propósito", pues en la mayoría de los casos la fecha de inicio era septiembre y se ha ido posponiendo hasta el principios de año... las comilonas aparte de buenos ratos en familia y amigos traen la consiguiente subida de peso.
Dejando los tan famosos própositos de mejora para el año que entra a un lado, me gustaría compartir mi particular balance con vosotros, así como alguna que otra reflexión. En mi caso ha sido un año marcado por un gran número de cosas positivas, que se empañan por una sóla negativa de peso. Como muchos sabéis mi tito Ángel nos ha dejado en 2013. Fue una marcha dolorosa, de alguien con una vitalidad contagiosa y una bondad sin límites que nos dejaba sin previo aviso. Tan sólo 55 años... vamos con la vida por delante. Alguien al que echaremos de menos cada día, un ejemplo para muchos y por tanto, una pérdida de difícil aceptación.
Como contrapunto tengo la gran lección aprendí con su marcha. La vida es un regalo de Dios, tenemos fecha de caducidad en este mundo y estamos obligados a disfrutar cada momento, sin excepción. Aunque no esté presente físicamente siempre lo llevaremos en nuestros corazones. Tito, descansa en paz.
En el plano de lo positivo citaré lo siguiente: como momento más importante del año que se va he de remontarme al pasado junio, concretamente un día 15, sábado. Todo ocurrió en Vejer de la Frontera. Cena romántica seguida de un momento que jamás olvidaré: pedida de mano exitosa. Un día que quedará grabado a fuego en mi memoria, con la persona más maravillosa que jamás he tenido la suerte de conocer.
Este momento va seguido muy de cerca por el 1 de marzo, día en que mi sueño de convertirme en Inspector del CNP se hizo realidad. Años de esfuerzo merecieron la pena. Además tuve la suerte de compartir ese momento con mis seres queridos... ¿Qué más se puede pedir?
En tercer lugar, tras haberlo vivido muy de cerca y tenerlo en mis oraciones a diario, he de incluir a mi primo Gabi. Desde el 19 de diciembre su nombre viene precedido del título de "Ilustrísimo". 6 años de duro trabajo por fin dieron sus frutos. Habemus Notarius en la familia.
No puedo olvidarme de citar a los grandes amigos que he hecho en el atletismo, ni la satisfacción personal que impartir docencia a opositores me ha traído. Otra gran alegría nos la dio mi hermano Carlos: desde septiembre licenciado en Comunicación Audiovisual, ¡Enhorabuena campeón!. Si me dejo algo en el tintero no dudéis en llamarme la atención.
Hasta aquí el balance del año que nos deja. Del 2014, si Dios quiere y todo sigue su cauce, una fecha destacará sobre el resto: 13 de septiembre. Día en que me uno en matrimonio a la mujer de mi vida, como se suele decir mi "media naranja": Esther Johnson. Espero y deseo que los preparativos no sean muy tediosos, xd.
También, si todo transcurre sin sobresaltos, puede que mayo sea un mes para no olvidar... ahora no puedo anticipar más detalles, prometo informar en su día. Os dejo con la intriga.
Ah! Se me olvidaba. No me quiero despedir sin dedicar un breve comentario a mi prima Cristina. Ayer leí su estado de Facebook a las 7:30 de la mañana con alguna copa de más, lo que no impidió que me hiciera llorar como una magdalena. No hay que proponerse cosas con un año vista, tenemos que vivir el día a día. ¡Por Dios qué cierto!. Todos los días son irrepetibles, disfrutemos de cada instante y busquemos excusas para celebrar continuamente. Cris, tu positivismo contagia, no cambies corazón.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado. Adiós 2013, hola 2014. Ven cargado de salud, trabajo, amor y muchas alegrías.
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