Media Maratón de Córdoba: La cara y la cruz

Muy buenas noches a tod@s! Digamos que un 95 % de mí está lleno de júbilo y felicidad tras el carrerón completado en la mañana de hoy, sin embargo, no puedo decir lo mismo del 5 % restante...

Empezaré por las "malas noticias", que es lo que se debe hacer cuando la alegría derrota de una forma tan apabullante a la desidia. Todo ocurrió en el Km. 19, donde mi padre y mi hermano hacían tiempo para transmitirme los últimos gritos de ánimo. El destino volvió a hacer de las suyas y mi padre se reencontró con uno de sus amigos de la infancia, el cual resultó ser uno de los organizadores del evento. Una vez los: "¿qué tal todo?, se te ve gordo y viejo, ¿esperas a tu hijo?, ¿y tú mujer?, etc etc", presentes en los encuentros casuales tras años sin contacto finalizaron, vino la parte que nos interesa. La conversación pudo ser algo parecido a: "4000 inscritos este año, una aceptación tremenda y pensando en ampliar a 6000 dorsales el año que viene. El Ayuntamiento se embolsa 8 millones de las antiguas pesetas con las inscripciones... (mi padre y los de su quinta todavía hablan como los hombres de cromañón... unos 40000 euros para que nos entendamos)."

Corren tiempos revueltos para el atletismo popular. El debate de la enorme subida de los precios de las inscripciones está en boca de todos, ya que en tiempos de crisis cada vez son menos los atletas que se pueden permitir participar en estos eventos deportivos. En Córdoba el coste de la inscripción fue de 14 euros por atleta, a lo cual habría que sumar la gran intervención de patrocinadores y "stands" de venta de productos deportivos en lo que bautizaron como "feria del corredor", con lo que la recaudación podría perfectamente dar escalofríos y esos 40000 euros surgidos en una conversación informal, de andar por casa,  no descuadran para nada los números.

Bien, resulta que lo que más satisfacción y recompensa da a los runners populares como yo, es coleccionar camisetas técnicas conmemorativas de cada prueba a la que asistimos. Segundo año consecutivo en que me encuentro una camiseta talla XL, y eso que anticipé al máximo la recogida del dorsal (Sábado por la mañana). ¿Es que todavía no entienden que la mayoría de los atletas están en forma? A mí me cuadra bastante que en torno a 3200 llevan la talla M... ¿O es que es muy difícil preguntar en la inscripción por la talla? Inexplicable. Aquí dejo abierto el debate: ¿El atletismo popular se ha convertido en los últimos tiempos en lo que ya muchos han bautizado como la "gallina de los huevos de oro"? o ¿El cobro de los altos precios se debe a la falta de patrocinadores, con lo que todo va destinado a fines de organización?

Una vez hecha la crítica e iniciado el foro de opinión me toca hablar de la faceta deportiva. Estoy que me subo por las paredes vaya! Tan sólo dos semanas después del éxito de Antequera vuelvo a cosechar un PERSONAL BEST. 1h 25' 18'', y lo que es mejor aún, con unas sensaciones de escándalo...

La mañana amaneció fría en la capital cordobesa (unos 6 Grados), pero el Sol brillaba en el cielo, donde ni mirando detenidamente eras capaz de atisbar una mísera nube. A las 10 horas y 1 minuto, 40000 atletas tomaban la salida de la 29 edición de esta asentada Media Maratón (corrijo, quise decir 4000, todavía sigo con el rum rum de la supuesta recaudación)., enfilando las amplias avenidas cordobesas con hambre de kilómetros y ganas de conquistar lo que una vez fue territorio mozárabe. Entre ese mar de deportistas estaba un servidor, que desde los primeros kilómetros pudo presagiar lo que le esperaba. Y es que las sensaciones fueron excepcionales desde el minuto uno, zancada limpia y pesadez de piernas nula, ambiente de público en todos los rincones empujando a los valientes que calzan zapatillas y una ciudad preciosa ante nuestros ojos.

No me equivoqué ni en una sola coma... A la hora y 25 minutos del pistoletazo de salida estaba cruzando la línea de meta con una enorme sonrisa dibujada en mi cara. Sólo pude arrodillarme en la que es la tierra que me ha visto nacer y besar el tartán de la pista de atletismo. "Álvaro, qué pedazo de carrera te has marcado tiarraco", fueron mis únicos pensamientos.

Una mejor marca se saborea mucho más si las sensaciones acompañan, si el atleta va de menos a más y es capaz de afrontar los últimos 3 kilómetros a ritmos superiores que la media del resto de la carrera. Esa fue hoy mi historia, un relato de éxito y felicidad. Puedo gritar a los cuatro vientos que el running me hace mejor persona, me llena de emociones y disfruto practicándolo.

Para terminar agradecer a mi padre Gabriel y a mi hermano Carlos los gritos de ánimo finales. Ni se pueden imaginar lo que se crece uno con ellos! Viniendo de seres queridos... un abrazo a todos y nos vemos en el asfalto. No olvidéis ser felices.

P.D. Esa sonrisa implantada en mi cara tras cruzar la línea de meta sigue estando presente... espero que dure muchos días más.