UN SÁBADO CUALQUIERA EN CÓRDOBA

UN SÁBADO CUALQUIERA EN CÓRDOBA
UNA DE BUENOS AMIGOS

martes, 21 de febrero de 2017

El "revenge porn" : la venganza del siglo XXI

A tod@s os sonará el caso de Olvido Hormigos, exconcejala socialista de un pequeño pueblo de Toledo. En mayor o menor detalle, conoceréis la historia de esta señora que, un buen día del pasado 2013 - madre mía qué lejos parece quedar...-, decidió enviar un vídeo de contenido erótico a un amigo. Se trataba de un archivo en el que aparecía ella, en la privacidad de su domicilio, en actitud íntima y con plena conciencia de lo que hacía. Lo que claramente no pasó por su cabeza en ese álgido instante fue que esas imágenes pudieran llegar a terceras personas no deseadas, como así ocurrió.

Éste es el origen del nuevo tipo penal contra la intimidad conocido como "sexting". Tendremos que leer hasta el apartado segundo del artículo para llegar a la agravante por género (es decir, por existir o haber existido una relación conyugal o simplemente afectiva entre autor y víctima), conducta bautizada por la Doctrina como "revenge porn" (en castellano antiguo, venganza pornográfica). Es increíble como nos gusta adoptar la terminología anglosajona, pareciera que hasta suena mejor. Hay que reconocer a estos americanos que siempre van un paso por delante, incluso dos si el tema a debatir involucra tecnología.

Como venía diciendo, desde el pasado mes de julio de 2015 contamos con un artículo en el Código Penal que castiga esta conducta. Por cierto, ¿De qué conducta hablamos? Ah, sí. De difundir o simplemente enviar a terceros archivos - vídeo o imágenes - de contenido íntimo, sin el consentimiento del titular. Se trata de documentos gráficos que fueron tomados mediando la voluntad de todos los participantes, sin embargo, en ningún momento se llegó a autorizar una ulterior transmisión o envío a terceros.

Hechas las presentaciones (Blogger, revenge porn; revenge porn, blogger), me gustaría contaros una de las investigaciones que hemos desarrollado en mi Grupo y, si me permitís, aconsejaros para evitar veros en el lugar de la pobre Olvido. Que conste que sólo hablaré de aquellos incluidos en el ámbito de la violencia de género, es decir, las cifras fuera de esta problemática son, sin lugar a dudas, muy superiores y no se tendrán en cuenta por escaparse a nuestra esfera de influencia. Por otro lado, también resulta de interés el hecho de que todas las actuaciones llevadas a cabo tienen por víctima a una mujer.

Bien, en el año y medio transcurrido desde su instauración en España, en Málaga capital (mi ámbito de trabajo), se han detectado alrededor de unos 10 casos. ¿Son muchos o pocos? Depende de cómo se mire. Digo esto porque nos encontramos en el plano de la intimidad, lo más sagrado de la persona, por lo que la cifra negra no es ni mucho menos inapreciable. Es más, me atrevo a afirmar que esas 10 investigaciones son sólo la punta de iceberg.

Con cifra negra hago alusión a aquellas infracciones que no se denuncian y, por tanto, no dejan constancia estadística en las bases de datos policiales. La motivación para decantarse por no compartir con la Policía lo ocurrido es comprensible y lleva por nombre vergüenza. Todos y todas, en cantidades diversas, tenemos de eso último e intentamos evitar airear nuestra vida privada.

Siempre he dicho que el mayor acto de valentía de una víctima de violencia de género es plantarse en una Comisaría y compartir sus secretos con un desconocido. Así es, una completo desconocido a quien transmitimos nuestros miedos y preocupaciones, y de quien esperamos una respuesta acorde a nuestras expectativas. Es más, no es seguro que el especialista policial encargado de oírnos en declaración sea del sexo femenino. Otra piedra más en el camino... Narrar a un hombre cómo otro hombre me ha tenido sometida durante los últimos dos años, cuando no me queda ni una pizca de confianza en el sexo masculino. En definitiva, un acto de valentía como la copa de un pino. Punto pelota.

Sirva como consuelo que, desde las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, se fomenta que la capacidad de empatizar del Policía especialista esté desarrollada. Sea hombre o mujer, te va a escuchar y se va a poner en tu lugar, así que adelante, denuncia!

Inciso hecho, decía que la motivación para no solicitar el auxilio de la Autoridad recae en la vergüenza. Ésta no se limita sólo a hablar con un desconocido, no señor, además se extrapola a personas de nuestro círculo más cercano. "Si denuncio puede que mi padre se entere de que Jorge y yo grabamos un vídeo de contenido íntimo..." Esta segunda parte también juega un papel fundamental en la toma de decisión.

A lo tonto, a lo tonto, llevo ya un un buen tocho escrito y todavía no he entrado en faena. Dicho y hecho, paso a narrar un caso real. Se trata del más reciente que hemos tenido, en concreto data de la semana pasada. Una chica denunció que su ex-pareja había enviado un vídeo de ambos al primo de éste último. En el vídeo la joven aparecía practicándole una felación y se la podía identificar perfectamente. Resulta que el primo (receptor del archivo) había sido su pareja antes, y a la fecha de la denuncia pareciera que estaban retomando de nuevo la relación. La motivación del autor en este caso era clara: venganza por despecho.

Nos encontramos con un triángulo amoroso del que había salido damnificada la mujer. Por fortuna el envío del archivo se quedó ahí, no alcanzando las redes sociales, por poner el ejemplo más extremo de difusión. Una vez "salta" a la Red no habrá forma de eliminarlo.

De vuelta al caso, comprobado que el envío se había producido y que el primo había recibido el archivo en su teléfono, se practicó con premura la detención del presunto autor (asegurando la intervención de su terminal móvil y de otros dispositivos de almacenamiento de datos). Resulta que tenía en su posesión varios vídeos de contenido sexual, aparte de aquel difundido ilícitamente.

Se trata de un caso con final feliz, donde quedó demostrado el envío, recuperados los archivos y así se evitó que los mismos siguieran circulando entre terceras personas ajenas. No todos han sido así, por desgracia. Está en nuestras manos poner medidas para que nuestra intimidad no sea vulnerada. Fijaos que no he usado el verbo "evitar", de una manera más que consciente. Y es que no está en mi mano deciros lo que hacer con vuestras vidas, ni mucho menos, pues sólo vosotros sois dueños de vuestros actos. ¿Le puedo enviar a mi novio fotos desnuda? Por supuesto; claro; es algo bastante común en la era postecnológica, de hecho; etc, etc. Sólo te pido que te asegures de que puedes confiar en él, de que te obligues a conocerlo a fondo y no te aventures. Piensa las cosas dos veces. Las relaciones a veces terminan de manera tormentosa, no le des la opción de chantajearte emocionalmente o incluso hacerte un daño social profundo.

Recuerda: El amor es confianza y en ningún caso control. Tú eres la única dueña de tu cuerpo y nadie, repito, nadie puede decirte lo que debes hacer con él. Hasta aquí mi experiencia con el revenge porn, espero que os sea de utilidad. See you soon.


P.D.- Más abajo os dejo el póster diseñado en Reino Unido en el marco de una campaña de prevención de la venganza pornográfica. BE AWARE B4 YOU SHARE: Sé consciente o piénsalo bien antes de compartir.



domingo, 5 de febrero de 2017

Un relato para remover conciencias

Feliz domingo a mis bloggers favoritos! A estas alturas os habréis percatado de que mi presencia en estos lares ha aumentado considerablemente. A Dios doy gracias por ello. Escribir es una actividad que me apasiona y sabiéndolo, diremos: cuánto más, mejor.
En el día de hoy me gustaría hablaros de nuevo de desigualdad. De micromachismos con los que convivimos  a diario y aceptamos, quiero pensar, de forma inconsciente. Digo quiero pensar porque algunas costumbres e ideas erróneas están tan arraigadas en la sociedad que se torna misión imposible "darles carpetazo".
Hace unas semanas me encontraba en uno de los numerosos parques infantiles de la Axarquía (después de 20 meses conocemos todos por nombre y apellidos, al igual que ellos a nosotros... XD). Estaba en compañía de mi pequeño Óliver, tras haberlo recogido de la guardería. Hasta aquí, todo normal, pues la cosa transcurría acorde a nuestra rutina diaria. Para los que no lo sabéis, tengo la suerte de compartir cada tarde laborable con él ( mientras su mamá, empresaria, se realiza profesionalmente). "Bueno, eso no es algo tan común, normalmente es el papá el que trabaja todo el día y llega cuando los peques ya duermen..."; tal vez querías decir que no era común, hoy en día, sí lo es. Pero esto es un tema que da para una entrada completa.
Volviendo a la historia, decía que nos encontrábamos jugando en el parque. Óliver empujaba su carrito de la compra, de colores vivos y repleto de piezas de fruta de plástico, por los alrededores, cuando una niña de unos 3 años se fijó en él. En un primer momento pensé: "lógico, es tan guapo..."; Sin embargo, al instante me di cuenta de que la razón era muy distinta. La niña se dirigió a él diciendo : "Ese juguete es de niñas"; al tiempo que en su cara se esbozaba una ligera sonrisa. La madre, a escasos metros, era testigo de la escena.
Pasaron unos segundos que me parecieron un mundo. Óliver me miró, la niña miró a su madre y luego puso los ojos en mí, la madre también dirigió su mirada en mi dirección... Yo, entre tanto, esperé pacientemente una respuesta de la señora que, para mi sorpresa, nunca llegó. Comoquiera que la timidez no es un rasgo identificativo de mi personalidad, decidí intervenir de la siguiente forma: me dirigí a la niña diciendo: "pequeña, ¿cómo te llamas?"; a lo que ella respondió con un tímido "Claudia". Con el tono más pacificador que pude imprimir a mis cuerdas vocales le dije: "cariño, los carros de la compra son usados tanto por los papás como por las mamás. De hecho, a Óliver le encanta jugar a las cocinitas. ¿Quieres que te preste el carrito?"; me miró algo confundida y se marchó con su madre. La señora no dijo ni "mu".
Quiero pensar que es un hecho aislado, que los roles de género son cosa del pasado, pero la realidad es bien distinta y, situaciones como la que acabo de compartir, te despiertan del sueño con una bofetada a mano abierta. Hacer la compra, cocinar, planchar... Son acciones asexuales y no hay un género predestinado a cubrir esas necesidades. La pregunta que me surge es: "¿Claudia habrá sacado esa conclusión a través del aprendizaje vicario, es decir, de lo que ve en su casa?"; o yendo un poco más lejos: "¿Es probable que alguien de su entorno cercano le haya llegado a decir que, un carrito de la compra de juguete, es sólo para las niñas?". La cuestión es que Claudia, a sus tres años, tiene ideas sexistas. ¿Qué estamos haciendo mal?
El viernes tuve la oportunidad de participar como ponente en una mesa redonda. El acto tuvo lugar en Málaga y estaba organizado por la Plataforma contra los Malos Tratos a Mujeres "Violencia Cero". Uno de los temas principales sobre los que giró el debate posterior fue la coeducación en los Centros Públicos de Andalucía. Hay que implantar políticas efectivas y reales para que la educación sea en igualdad. Parece mentira que algo tan básico todavía esté carente en la mayoría de Colegios de nuestra Comunidad... 
Por último, desde éste mi espacio, me gustaría también llamar a la mesura. Los extremos nunca son buenos y a veces, en la lucha por nuestros derechos, tendemos a excedernos. El viernes, en el mismo foro del que os hablo, llegué a oír una propuesta orientada a invertir la carga de la prueba en los juicios penales por violencia de género. Es decir, para aquellos menos duchos en Derecho, querían eliminar la presunción de inocencia de los encausados (hombres a los que se les está juzgando por un delito de esta índole). En definitiva, que el hombre tenga que probar su NO culpabilidad. Esto, hablando mal y pronto, es una aberración. Y para evitar que esto ocurra estamos las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, guardianes de los derechos de los ciudadanos, que investigamos cada denuncia y recabamos cuantos elementos periféricos podemos para respaldar las manifestaciones de la víctima (pruebas testificales, informes vecinales, historiales médicos de víctima y autor, exploración de los menores por especialistas...). Señoras y señores, podemos gritar a pleno pulmón que vivimos en un Estado de Derecho, y por tanto las condenas siempre, repito, SIEMPRE, han de estar basadas en pruebas. Los acusados son inocentes hasta que se demuestre lo contrario.
Espero que estas líneas consigan, como mínimo, remover las conciencias y extraer reflexiones positivas. Ese era mi objetivo principal, así como el título de esta atrevida entrada. Entre todos podemos cambiar las cosas. Un fuerte abrazo, bloggers.

P.D.: Os dejo una de las muchas imágenes de campañas contra el sexismo en el juego que podéis encontrar en internet. A día de hoy, son ya muy numerosas las acciones tomadas por las Instituciones orientadas a fomentar la paridad en los juguetes infantiles, sin embargo, "barriendo para casa", he de destacar la iniciativa del Área de Igualdad de Oportunidades del Ayuntamiento de Málaga las pasadas Fiestas Navideñas: JUGAR NO TIENE GÉNERO.



jueves, 2 de febrero de 2017

La década de los 30: ¿flor de la vida o decadencia?

Hola de nuevo querid@s bloggers!
Esta entrada versará sobre la decáda en la que este bloguero se haya inmerso desde hace algo más de un año. Aquella que sigue a los maravillosos veinte y supone la antesala a la madurez: los cuarenta. ¿Esto quiere decir que nos encontramos "en tierra de nadie"?, ¿Se nos puede ya llamar "viejos" y exigir responsabilidades? Tal vez sean unos años de transición, de obligado paso y nada más... Sinceramente, no lo creo así. La vida se compone de etapas que se van superando y, cada una, sin excepción, tiene una importancia capital en nuestro bagaje terrenal. Visto de esta manera, sólo tenemos que destacar los aspectos más relevantes de cada una y exprimirlos al máximo, ¿o no? Intentaré desglosar esta década en cuatro puntos que considero vitales y que espero se adapten a vuestra visión.

Punto 1. La etapa de estudiante universitario está cerrada. La puerta de acceso es de seguridad y presenta un cerrojo inquebrantable, no intentes forzarla. Advertencia: si todavía te encuentras dando "bandazos" por los pasillos de cualquier Facultad, cierra esta pestaña y no leas ninguna más de mis entradas. Sí, sí, lo has leído bien, ya va siendo hora de que te sumerjas en el mercado laboral y dejes de "reventar" los jueves noche. Tienes los huevos "mu negros" (excepción hecha para aquellos de vocación tardía - un saludo a mi gran amigo Manuele) (xd).

Punto 2. ¿Qué todavía no tienes pareja estable? No será porque tu madre no te insiste para que "sientes la cabeza y formes una familia". La vida, en compañía, se disfruta doblemente. Pues eso, que ya va siendo hora de "encadenarse", independientemente del sexo.

Si echamos la vista atrás - léase, la generación de nuestros padres -, en su década de los veinte ya estábamos la mayoría de nosotros en el mundo. La sociedad evoluciona y el número de universitarios aumenta, motivo esencial por el cual los plazos se han ido retrasando. Pero no te confíes... Aprieta el acelerador para encontrar a tu media naranja!!!

Punto 3. La independencia económica. Qué bien suena, ¿verdad? No es tan bonita como la pintan. Con ella vienen las cuentas del hogar, los balances de gastos/ingresos del núcleo familiar (más complejos que los de cualquier Multinacional que se precie...), etc, etc. Hablo de aquell@s que hayan "sentado la cabeza", por supuesto.

Los treintañer@s que aún sois almas libres, ya sea vuestro estado civil el de soltero o el de "ennoviado", estáis de enhorabuena. Por un lado os meto prisa para encontrar la estabilidad y por otro recibís una palmadita en la espalda... Una de cal y otra de arena. Consideraos unos afortunados. Y alguno se preguntará por qué. Bien, os daré algunas de las razones que esgrimo para haberos catalogado de sujetos con fortuna: en primer lugar, la vitalidad es equivalente o más si cabe que en la década de los veinte. Sin embargo, la cuenta bancaria ahora sí está en números verdes. En segundo lugar y último, la experiencia vital va en aumento. Sois más sabios que cuando eráis universitarios, creéroslo (xd). 

Punto 4. Por último, y en estrecha relación con el punto anterior, aparece el respeto. Por edad, os habéis ganado el reconocimiento de vuestros padres. Hablo por experiencia propia. Mi hermano, que aún está en los veinte y buscando su lugar en el mundo, todavía genera gran preocupación en nuestros ascendientes. Por mi parte, el interés mostrado hacia mi persona se ha visto prácticamente sustituido por aquel que dirijen a su nieto (totalmente comprensible). Y esto, supongo que inconscientemente, también repercute de manera directa en sus consejos (el haber sentado la cabeza y tener un trabajo estable libera a tus padres de una manera asombrosa...) y por ende, en la confianza que tienen en ti.

¿Cómo? ¿Qué me aventurado con esta entrada? Lo sé y asumo las consencuencias. Espero que éstas últimas sean en forma de comentarios, que puedan generar un enriquecedor debate. Paz y amor, amig@s.